La Institución EducativaAgustín Nieto Caballeroes una institución oficial ubicada en el caserío de Betoyes, Municipio de Tame, Departamento de Arauca que ofrece:
Los niveles de preescolar, básica primaria, básica secundaria y media académica con una propuesta de escuela activa, formadora de estudiantes responsables, respetuosos y honestos; liderando procesos educativos integrales con excelencia y calidad, acorde con los avances tecnológicos, la productividad y el cuidado del medio ambiente reconociendo al sujeto en su contexto regional y universal.
2.VISION
La Institución EducativaAgustín Nieto Caballero, será una institución con proyección social valorada en la formación de estudiantes con responsabilidad, respeto y honestidad.
Reconocida por su liderazgo en los avances tecnológicos, productividad y cuidado del medio ambiente, competente con su región y el mundo moderno.
lunes, 8 de mayo de 2017
LECTURAS INTERACTIVAS, EL CID
POEMA DEL CID
En Valencia con los suyos vivía el Campeador; Con él estaban sus yernos, Infantes de Carrión. Un día que el Cid dormía en su escaño, sin temor, un mal sobresalto entonces, sabed, les aconteció: Escapose de una jaula, saliendo fuera, un león. Los que estaban en la Corte sintieron un gran temor; recogiéronse sus mantos los del buen Campeador, y rodean el escaño en guarda de su señor. Allí Fernando González, infante de Carrión, ni en las salas ni en la torre ningún refugio encontró; metiose bajo el escaño, tan grande fue su pavor. Diego González, el otro, por la puerta se salió diciendo con grandes gritos: -¡Ay, que no veré Carrión! Tras la viga de un lagar metiose con gran temor; todo el manto y el brial sucios de allí los sacó. En esto que se despierta el que en buen hora nació; de sus mejores guerreros cercado el escaño vio: -¿Qué pasa aquí, mis mesnadas? ¿Qué queréis? ¿Qué aconteció? -Es que, mi señor honrado, un susto nos dio el león. Apoyándose en el codo, en pie el Cid se levantó: El manto se pone al cuello y encaminose al león. La fiera, cuando vio al Cid, al punto se avergonzó; allí bajó la cabeza, y ante él su faz humilló. Nuestro Cid Rodrigo Díaz por el cuello lo tomó, y lo lleva de la mano, y en la jaula lo metió. A maravilla lo tiene todo el que lo contempló. Volviéronse hacia la sala donde tienen la reunión. Por sus dos yernos Rodrigo preguntó, y no los halló; aunque a gritos los llamaban, ni uno ni otro respondió, y cuando los encontraron, los hallaron sin color. No vieseis allí qué burlas hubo en aquella ocasión; mandó que tal no se hiciese nuestro Cid Campeador. Sintiéronse avergonzados Infantes de Carrión; fiera deshonra les pesa de lo que les ocurrió.
Anónimo. Poema del mío Cid (Versión de Francisco López Estrada.)
Instrucciones: Pulsa uno de los botones con las letras a, b y c. La letra acertada se pone de color rojo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario